La mejor política social es la que toma en cuenta lo que la gente quiere: Almudena Ocejo Rojo

Publicado el 16 Octubre 2019
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BOLETÍN 038

16 de octubre de 2019

• No cambiamos para hacer lo mismo que antes con un rostro distinto, aseguró la Secretaria de Inclusión y Bienestar Social

• Estamos aquí para incluir a todas y todos en el desarrollo, expuso en su Informe de Gestión ante el Congreso de la ciudad

• Vital, cambiar el enfoque lineal del combate a la pobreza por una visión asentada en la garantía de derechos, afirmó


Durante su comparecencia en el Congreso de la Ciudad de México, Almudena Ocejo Rojo, secretaria de Inclusión y Bienestar Social declaró que el combate a la pobreza basado en una política lineal debe sustituirse por un enfoque asentado en la garantía de derechos. Sólo así será posible acceder, de forma equitativa, al desarrollo individual y comunitario.

Durante la presentación de su primer Informe anual de Gestión de la dependencia a su cargo, sostuvo que a través del enfoque de inclusión y bienestar de la política social, el Gobierno capitalino impulsa las capacidades de las personas al reconocerlas como sujetos de derechos y de su propio desarrollo.

En el Informe, que cubre el lapso comprendido de diciembre de 2018 a septiembre de 2019, la doctora Ocejo Rojo subrayó que por muchos años la política social en la Ciudad de México se caracterizó por ser de vanguardia en la consecución de derechos sociales, pero se deterioró. Se convirtió en un instrumento fragmentado y asistencial, que propició un régimen precario del bienestar a través del manejo clientelar, opaco, de los programas y servicios sociales. La política social, reiteró la titular de SIBISO, se volvió sinónimo de clientelas y de apoyos, no de solución a problemas comunes.

Por eso, señaló Almudena Ocejo ante los diputados de las Comisiones de Inclusión, Bienestar Social y Exigibilidad de los Derechos Sociales, y de Atención al desarrollo de la Niñez, decidimos replantear la política social a la luz de los desafíos actuales y futuros para evitar que persista la exclusión social y afecte a las personas más vulnerables.

En consecuencia, explicó, a lo largo de 2019 enfocamos el trabajo de la secretaría a reestructurar la política social en torno de los ejes de inclusión y bienestar.

Para avanzar en ese objetivo, agregó, la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social se propuso realizar, de manera simultánea, dos grandes tareas:

1. Rediseñar las estructuras institucionales y organizativas.
2. Avanzar hacia la obtención de resultados que redunden en la mayor calidad de vida de la gente mediante el fortalecimiento de la prestación de servicios públicos y sociales de calidad y con calidez, construidos a partir de las demandas y necesidades de la población.

“No hay mejor política social que aquella que toma en cuenta a las personas a las que se dirige”, subrayó, tajante, Ocejo Rojo.

En ese marco, manifestó que el replanteamiento de la política social del gobierno capitalino se concreta en las siguientes cinco tareas clave:

1. Construir una nueva institucionalidad de la política social para materializar los postulados de nuestra Constitución Política, lo que permite generar las condiciones para el desarrollo de las personas como una responsabilidad básica del gobierno local.

“Vamos en esa ruta”.

2.Disminuir la fragmentación de la política social en la ciudad.
(En ese sentido, explicó Ocejo Rojo, se enfrentó a la dispersión de programas, lo que provocó duplicidad, ineficacia en el uso de recursos públicos. Y, en consecuencia, un régimen precario de bienestar.)

3. Equilibrar los instrumentos de la política social; es decir, equilibrar subvenciones o transferencias monetarias con la prestación de servicios de calidad con recursos compartidos.
Al respecto, la titular de SIBISO aclaró que esta dependencia no sólo ofrece programas sociales, pues también, y de manera muy significativa, presta servicios sociales.
Por eso busca dar servicios que dignifiquen a las personas, como, por ejemplo, el modelo de envejecimiento digno.

4. Articular el trabajo de las dependencias que prestan servicios sociales con el de las alcaldías, para fortalecer la dimensión social de la política social, que no es responsabilidad de una sola dependencia, sino de toda la ciudad, pues en ella confluyen el acceso al trabajo y la inversión destinada a mejorar los servicios

5. Rescatar la centralidad de las personas en su dimensión individual, pero también colectiva y social. Tradicionalmente se enfocaba al individuo. Hoy, en cambio, se fortalece la dimensión social del bienestar, que pasa por la construcción de comunidad. Y de la participación social en asuntos públicos.

SIBISO, continuó la doctora Almudena Ocejo, es la cabeza del sector social de la ciudad, que cuenta con seis órganos sectorizados. De 25 programas sociales que hay en la ciudad, doce están a cargo de Inclusión y Bienestar Social.

La funcionaria manifestó que la tarea de lograr que la inclusión y el bienestar social abarque a los habitantes de la ciudad no es sencilla, ya que implica un ejercicio de diagnóstico y monitoreo constante, un cambio en las dinámicas de administración para renovar los procesos en favor de resolver los problemas que obstaculizan el desarrollo individual y colectivo.

La mejora de las condiciones sociales de las y los habitantes de la Ciudad de México requiere el impulso de las oportunidades de desarrollo individual y colectivo para enfrentar la desigualdad como un factor detonante de la exclusión. El desarrollo social entendido más allá de las políticas de la pobreza incluye nuevos instrumentos que permitan dar garantías de bienestar e inclusión, explicó Ocejo Rojo.

No cambiamos --advirtió con énfasis-- para seguir con una dinámica igual a la anterior, pero con un rostro distinto. Cambiamos para sentar las bases que materialicen el rediseño de la política social de cara a los desafíos de los problemas públicos, los cuales traspasan fronteras sectoriales.

“Todo lo cual implica la transformación de la arquitectura institucional para atender y hacer frente a las dinámicas sociales contemporáneas”.

A manera de conclusión, la doctora Almudena Ocejo Rojo asentó:

“El objetivo de los servicios y programas sociales de la SIBISO y de las dependencias sectorizadas es, primero, incluir a la población prioritaria a la comunidad política, de ahí la inclusión, para de ahí pasar a prestar servicios de calidad en un marco de libertad. De ahí el bienestar”.

Estamos aquí, remató, para continuar el trabajo en favor de la ciudad, labor que nos incluye a todas y todos.

Por su parte, la diputada Marisela Zúñiga, presidenta de la Comisión de Inclusión, Bienestar Social y Exigibilidad de los Derechos Sociales, reconoció que la política social de la Ciudad de México hoy es un instrumento para combatir las desigualdades y la exclusión social, que antes del actual gobierno se percibían de forma aislada y fragmentada, a pesar de que la población objetivo es la más vulnerable.